El cuerpo amigdalino o amígadala se parece a una almendra. Está situado en parte por delante y en parte por encima de la punta del asta inferior del ventrículo lateral del cerebro. Se fusiona con la punta de la cola del núcleo caudado, que ha pasado hacia delante en el techo del asta inferior del ventrículo lateral. La estría terminal emerge de su cara posterior. El cuerpo amigdalino consiste en un complejo de núcleos que puede agruparse en un grupo basolateral de mayor tamaño y otro grupo corticomedial, más pequeño.
La división dorsomedial del núcleo amigdalino, conocida como núcleos del grupo corticomedial, se funde con la corteza del uncus. Sus fibras aferentes provienen del bulbo olfatorio, y forma parte del área olfatoria lateral. La división entrolateral, más grande, está formada por los núcleos del grupo central y los núcleos del grupo basolateral, que no reciben ninguna conexión directa desde el bulbo olfatorio, aunque conectan con los núcleos corticomediales y con la corteza del área entorrinal. El grupo central y el grupo basolateral se incluyen en el sistema límbico en base a los resultados de experimentos de estimulación y ablación en animales de laboratorio y en base a las observaciones clínicas de humanos.
CONEXIONES DE LA AMÍGDALA
El grupo basolateral posee conexiones difusas, pero la mayoría no son en forma de haces de fibras bien definidos. Las que usan los caminos más cortos son las conexiones recíprocas con la corteza de los lóbulos frontal y temporal y la circunvolución del cíngulo. Las fibras aferentes subcorticales provienen del tálamo (núcleos intralaminares) y de los núcleos catecolaminérgicos, los núcleos del rafe y los núcleos parabraquiales de la formación reticular. Algunas de estas aferencias transportan señales relacionadas con los estímulos dolorosos. También hay aferencias dopaminérgicas, la mayoría procedentes del área tegmental ventral y algunas procedentes de la sustancia negra, además de fibras colinérgicas procedentes de los núcleos basales del prosencéfalo de la sustancia innominada.
Los núcleos cenbtrales de la amígdala reciben fibras aferentes tanto de los núcleos basolaterales no olfatorios como de los núcleos olfatorios corticomediales. Las proyecciones de los núcleos centrales se parecen a las proyecciones del grupo basolateral, que se describen en los siguientes párrafos.
Las proyecciones que se dirigen a la corteza prefrontal son moduladas por un circuito en el que participan el núcleo accumbens y el pálido ventral.
El haz eferente más reconocible de la amígdala es la estría terminal. Este delgado haz de axones sigue la curvatura de la cola del núcleo caudado y continúa a lo largo del canal situado entre el núcleo caudado y el tálamo en el suelo de la parte central del ventrículo lateral. La mayor parte de las fibras que lo constituyen finaliza en el área septal, en el área preóptica y en el hipotálamo anterior. Otros axones de la estría terminal entran en el haz prosencefálico medial y se dirigen a diversas partes del tronco encefálico, incluido el núcleo dorsal del nervio vago y el núcleo solitario, que desempeñan funciones viscerales.
La estría terminal es una vía larga, ya que sigue la curva del ventrículo lateral. Otras fibras eferentes de la amígdala forman una vía amigdalófuga ventral, más corta, que pasa a través de la banda diagonal de Broca, una masa de sustancia blanca que hay en el interior de la sustancia perforada anterior. La vía amigdalofugal ventral transporta axones desde la amígdala al área septal, al núcleo accumbens (estriado ventral) y al núcleo dorsomedial del tálamo, que se proyecta por la corteza prefrontal. También existen conexiones directas entre la amígdala y la corteza prefrontal.
Sección coronal a través del núcleo amígdalino y las partes vecinas del cerebro, teñida mediante un método que diferencia la sustancia gris (azul) de la blanca (blanco)