El 80% de las hemorragias subaracnoideas espontáneas en la edad media de la vida se producen por ruptura de aneurismas saculares que se localizan preferentemente en la arteria comunicante anterior. Otras zonas con frecuente localización de este tipo de aneurismas son: la arteria comunicante posterior, la bifurcación de la arteria cerebral media y la porción más distal de la arteria basilar (punta o top de la basilar). Aproximadamente en el 20% de las hemorragias subaracnoideas se detectan aneurismas múltiples; en estos casos, los más proximales y de mayor tamaño son la fuente más común de sangrado.
En caso ser diagnosticado de tener un aneurisma cerebral no roto, es necesaria la valoración por un neurocirujano para tomar la mejor decisión de tratamiento.
Un aneurisma roto cuenta con alta mortalidad y morbilidad asociada. Todos los aneurismas rotos requieren tratamiento quirúrgico o endovascular.