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EMOCIONES PRIMARIAS

25/10/2023

2 Comentarios

 

En este punto se podrían retomar las siguientes preguntas: ¿qué es una emoción?, ¿cuántas emociones existen y cuáles son?.

Igual que en el sentido común o en la ciencia, sea en la antropología, neurociencia o psicología, las diferentes concepciones de las emociones se destacan por los acentos puestos en las distintas cualidades de las mismas. No siempre se excluyen explícitamente entre sí, pero tampoco existe una definición unívoca aceptada.

El debate existe hace más que 100 años (Darwin, 1872; James, 1884) y persiste, ya que por las neurociencias y el avance tecnológico se obtiene acceso a información relacionada con la naturaleza humana que estaban fuera del alcance hasta hace poco (Damasio, 1994).

Desde las distintas corrientes científicas se aborda la temática desde diferentes ángulos, y hay por supuesto diferentes representaciones sociales de ésta y así es también con las definiciones en los diccionarios y enciclopedias.

Mientras la Real Academia Española define la emoción de la siguiente manera: “Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática.” [1] El Oxford Dictionary define una emoción en primer lugar como esto: “A strong feeling deriving from one’s circumstances, mood, or relationships with others” [2] y etimológicamente, el término emoción viene del latín emotio, que significa “movimiento o impulso”, “aquello que te mueve hacia”.

En psicología se define como aquel sentimiento o percepción de los elementos y relaciones de la realidad o la imaginación, que se expresa físicamente mediante alguna función fisiológica, e incluye reacciones de conducta como la agresividad o el llanto. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras.” [3]

Vemos en las definiciones la diferencia en la concepción de las emociones: en español se las define como una alteración del ánimo y conmociones somáticas. Mientras en inglés la emoción ya es sentimiento y relacionado con las circunstancias. Lo que queda de la definición etimológica es, en fin, que el estado emocional es brusco y que surge súbitamente. Ninguna de estas tres definiciones da referencia de un soporte científico.

En la búsqueda de información acerca de un objeto, wikipedia.org muchas veces es la primer y puede incluso ser la única fuente. Es una red clave que por fuera de las definiciones propias de los idiomas propone conocimiento a todas las personas con acceso a internet y aparece dentro de los primeros lugares en los buscadores. Por eso tiene un lugar privilegiado en la formación de las representaciones sociales.

Las emociones universales

Desde hace más de medio siglo se mantiene la teoría universal de las emociones como punto de partida para el campo investigativo y divide rudimentariamente entre investigaciones a favor y en contra.

El psicólogo y antropólogo Paul Ekman de la University of California en San Francisco, publicó con su colega Wallace Friesen en 1978 el Facial Action Coding System a base de cross cultural studies en distintas partes del mundo, en el cual postulan la existencia de seis emociones básicas en todos los seres humanos independientemente de las raíces culturales cuya expresión se proyecta en el área facial.

Las emociones básicas según ésta tabla serían alegría, tristeza, enojo, sorpresa, miedo y asco. Una prueba importante de ésta tesis forma la investigación de Ekman y Friesen hecho en Papua Nueva Guinea (1971), en la cual estudiaron las expresiones faciales de los Fore, una población indígena no alfabetizada sin contacto directo con el mundo occidental y oriental alfabetizado.

Contando historias y dando a elegir entre fotografías con expresiones faciales para representar una emoción relacionada, los autores llegaron con resultados acertados entre 64-90% a la conclusión que los Fore comprenden la expresión emocional en la cara igual que personas alfabetizados de las culturas orientales y occidentales, con lo cual la conducta facial para expresar emociones según estos autores fue declarada universal. Aun así las historias contadas contenían ya la expresión lingüística de las emociones básicas ordenadas a priori.

Una objeción actual

El psicólogo Carlos Crivelli de la Universidad de Madrid está estudiando la expresión facial como expresión emocional en Papua Nueva Guinea, en las islas de Trobriand (Crivelli 2016). Dado que no se había hecho un peer-review sobre las investigaciones de Ekman, los resultados encontrados por Crivelli y su equipo multidisciplinario dan lugar a revisar la teoría universal de las emociones. Los investigadores ofrecieron a los participantes adolescentes varias fotografías mostrando expresiones faciales entre los cuales había que elegir una respecto a una intención social (Crivelli, 2016). Cabe destacar que en esta investigación se distinguía explícitamente entre el reconocimiento de la emoción y la intención social. Respecto a las emociones fue posible hallar tres en forma modal, siendo la expresión de alegría la más reconocida, seguida por las expresiones de tristeza y de miedo, teniendo está ultima un puntaje de 31% (Crivelli, 2016). Con referencia a las intenciones sociales había únicamente dos que correspondían a las predictibles, la invitación social y el rechazo, o sea la distinción entre expresiones faciales para iniciar o evitar contacto con un otro.

El abordaje de Russel  

El tercer investigador nombrado y enfatizado en este trabajo es James A. Russel del Boston College. Presenta una distinción precisa de los factores que entran en juego cuando se habla de emoción. En su trabajo „Emotion, core affect and psicological construction“(2013) comienza con la definición del concepto “core affect” o bien “afecto nuclear”. Este por definición es un estado neurofisiológico, el cual como sentimiento puede ser dividido en dos dimensiones: placer – displacer y activación – desactivación siempre medible en grados. El core affect siempre está y es específico, tiene un tiempo de perduración variable. Una característica importante es que puede ser o no dirigido a algo, lo cual implica que se puede experimentar intencionalmente. Russel distingue en primer lugar las propiedades afectivas percibidas, pero envuelto en la percepción de estas. Esto significa que algo puede ser percibido y provocar una experiencia placentera o displacentera sin que modifique el coreaffect, ya que este resulta ser la base. Como antes dicho esta base puede ser o no dirigido a algo, lo cual según Russel significa que se está consciente o no-consciente del core affect y de su causa.

En cuanto al core affect no-consciente, el autor lo caracteriza como “free floating” y se percibe en emociones y humores, los cuales tal cual fluyen libremente. Pasa que hay tantas fuentes de influencia que no siempre es destacable. Entre otros, el core affect está conectado con el sistema nervioso autónomo (SNA), al movimiento facial y comportamiento vocal, como a procesamientos cognitivos.

Por lo tanto, Russel razona que se trata de un fenómeno persistente que entonces responde a varias influencias simultáneas. Los eventos que influyen el core affect pueden ser cambios fisiológicos, sucesos externos y también eventos imaginados o recordados (incluye el arte virtual, la imaginación y la fantasía) por lo que resulta haber una variedad en cómo se experimenta esto en los individuos. Basándose en una investigación de R. Neumann (1985) Russel nombra el core affect responsable de las atribuciones en episodios emocionales. La información procesada cognitivamente puede resultar una influencia para el core affect, o sea cualquier razonamiento interno que recibe atención consciente.

Esto es: Russel ofrece la conexión del concepto del core affect con la información consciente, o sea un proceso primitivo relacionado con un proceso complejo. Dado que ambos son procesos dinámicos, el pensamiento tautológico resulta ser muy específico.

Si pensamos por ejemplo: Los grados de activación y placer están bajos, o sea que me siento fatigado y agobiado, cuya fusión es un estado deprimente, abatimiento o depresión. El producto es de una dimensión diferente, de una amplitud mayor que sus componentes y desplaza nuestra comprensión de los contextos reales.

Lo importante de la conceptualización de Russel es su oposición frente a la teorización de la emoción como producto mono-causal, o sea de un único proceso. Sea por la Basic Emotion Theory (BET) como construcción biológica o la construcción social de la emoción.

Como se ha mencionado anteriormente, Russel propone el core affect necesario para la emoción, para lograr categorizar un rol construido socialmente o poder atribuir este core affect a un evento a priori. La naturaleza y la cultura siguen siendo esenciales, pero en el momento de su ocurrencia todas las instancias particulares llegarían al nivel psicológico. Russel habla entonces de la construcción psicológica, dado que la emoción no se construye en un proceso genérico, sino como un evento simbólico que a posteriori puede ser clasificado como emoción. Por eso excluye que haya un mecanismo general en su teorización, ya que la ocurrencia de una emoción se extiende por todos los procesos psicológicos y Russel se guía por las siguientes preguntas: 1) ¿Cómo se puede explicar cualquier episodio emocional como evento simbólico? 2) ¿Cómo explicar los patrones de los componentes emocionales? y luego 3) ¿Cómo se explica la necesidad irresistible que cada episodio particular es un instante de una categoría general como miedo o ira?. La idea detrás sería poder ubicar y explicar mediante los componentes las diferencias situacionales e individuales inter- e intra-emocionales.

Entre los componentes se encuentran entonces el core affect, las expresiones faciales y vocales, el SNA, la experiencia de tener una emoción, la valorización o evaluación, atribuciones y la regulación emocional. No hace falta desarrollar todas estas componentes, sino dejar en claro que todos incluyen variables individuales y contextuales, tanto como biológicos y sociales, con lo cual el nivel donde se juntan, se relacionan y se significan es el psicológico.

La dos vías de LeDoux

Esta teorización es compatible con los resultados y el concepto de las dos vías de la emoción de Joseph LeDoux, psicólogo y neurocientífico de la New York University. LeDoux descubrió investigando el miedo, que hay dos vías simultáneas que procesan los estímulos del entorno. La vía rápida envía la señal del tálamo a la amígdala (sin actividad cortical) lo cual permite una respuesta inmediata y reflejo frente a un estímulo aparentemente nocivo. La vía más lenta involucra la corteza cerebral que media entre el tálamo y la amígdala. Esta última permite al sujeto evaluar el estímulo ya que involucra la corroboración con la memoria. A contrario de la vía rápida, la vía lenta posibilita conducta modulada. Los estudios de LeDoux centrados en el miedo, permiten entonces diferenciar entre las ideas acerca de las emociones y ubicar un posible lugar de la BET en este complejo.

Podemos distinguir entre dos tipos de estímulos: 1) los nocivos que requieren una respuesta refleja y 2) todos los demás.

Si se piensa en una situación con un grado de activación alto respecto el afecto nuclear, con la dimensión placer-displacer desigual, podríamos concluir que la respuesta del sujeto se procesa por la vía subcortical y por eso la respuesta emocional por modificación del afecto nuclear puede ser pensada como reflejo, o sea como liberación de tensión. Desde este escrito, el campo aplicativo de la teoría de las emociones básicas y sus expresiones se sitúa aquí, porque se trata de un proceso genuino. Por ausencia de la corteza cerebral, no puede haber una respuesta que no sea refleja y automática. La teorización de Russel incluye entonces todo esto y permite ir más allá de la situación concreta proforma en la conceptualización de las emociones.

2 Comentarios
Eduardo Murga Loza
15/5/2024 06:03:12 pm

Se plantea que no existe una definición unívoca de las emociones, y se analizan las distintas perspectivas sobre su naturaleza y manifestación.

Se discuten las definiciones de las emociones en distintos idiomas y disciplinas, así como la influencia de las representaciones sociales en su comprensión. Se aborda la teoría universal de las emociones, que postula la existencia de seis emociones básicas en todos los seres humanos, independientemente de las diferencias culturales.

Se presenta la investigación de Paul Ekman sobre las expresiones faciales de las emociones, así como las críticas y hallazgos recientes que cuestionan esta teoría. Además, se analiza la teorización de James A. Russel, que enfatiza el concepto de "core affect" como base de las emociones y su relación con los procesos cognitivos y sociales.

Finalmente, se menciona la teoría de las dos vías de la emoción de Joseph LeDoux, que distingue entre respuestas emocionales automáticas y moduladas por la evaluación cognitiva. Se destaca la importancia de comprender las emociones desde una perspectiva integradora que considere tanto los aspectos biológicos como los sociales y cognitivos.

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Paola Novelo Cano
16/2/2025 07:55:40 pm

La emoción se define como “alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática” según la Real Academia Española, y aunque diversas ramas han dado un significado a la emoción no hay una de ellas que otorgue un soporte científico.
Existen 6 emociones básicas, independientemente de las raíces culturales del ser humano; alegría, tristeza, enojo, sorpresa, miedo y asco. Paul Ekman investigó a los Fore, una población índigena no alfabetizada en comparación con la población occidental y oriental alfabetizada llegando a resultados acertados de entre el 64 y 90% donde los Fore comprenden las emociones y expresan sus facciones de la misma manera que las culturas occidentales y orientales. Además, Russel propone el término “core affect” dividiendo a las emociones en placer-displacer y activación-desactivación, plantea que existen eventos que influyen en los episodios emocionales, estos pueden ser cambios fisiológicos, sucesos externos y eventos imaginados o recordados

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