Neurulación |
Nervios espinales |
Encéfalo
Al final de la cuarta semana, la porción rostral del tubo neural experimenta una flexión a nivel del encéfalo medio (fig. 1.3A). Esta región es el mesencéfalo; ligeras constricciones marcan esta unión con el prosencéfalo (encéfalo anterior) y el rombencéfalo (encéfalo posterior). La placa alar del prosencéfalo se expande a cada lado (fig 1.3B) para formar el telencéfalo (hemisferios cerebrales). La placa basal se mantiene en su sitio como diencéfalo. Finalmente, una vesícula óptica emitida por el diencéfalo es la precursora de la retina y el nervio óptico.
El diencéfalo, el mesencéfalo y el rombencéfalo constituyen el tronco del encéfalo embrionario.
El tronco del encéfalo se dobla conforme progresa el desarrollo. Como resultado, el mesencéfalo avanza hacia la cima del encéfalo. El rombencéfalo se pliega sobre sí mismo, haciendo que las placas alares se acentúen y creando el cuarto ventrículo encefálico, de forma romboidal. La porción rostral del robemcéfalo origina el puente y el cerebelo, mientras que la porción caudal origina la médula oblonga (bulbo raquídeo) (fig. 4).
Sistema ventricular y plexos coroideos
El conducto neural se dilata dentro de los hemisferios cerebrales, formando los ventrículos laterales; estos comunican con el tercer ventrículo contenido en el diencéfalo. Los dos ventrículos laterales se comunican con el tercer con el tercer ventrículo mediante el agujero de Monro (agujero *Foramen* interventricular). El tercer y cuarto ventrículos comunican a través del acueducto cerebral (acueducto mesencéfalico o acueducto de Silvio) en el mesencéfalo (fig. 5).
Los delgados techos del prosencéfalo y el rombencéfalo se encuentran invaginados por penachos capilares que forman los plexos coroideos de los cuatro ventrículos. Los plexos coroideos secretan el líquido cefalorraquídeo (LCR), que fluye a través del sistema ventricular. El LCR abandona el cuarto ventrículo a través de tres aberturas en su techo. (fig. 6).
Nervios craneales |
- El nervio vestibulococlear (VIII) inervará los órganos de la audición y el equilibrio que se desarrollan a partir del otocisto (se llama otocisto a una vesícula auditiva presente en ciertas especies entre ellas la humana.
Los otocistos son en número par y están situadas, por ejemplo, en los moluscos debajo del esófago. Estas vesículas encierran unas concreciones especiales llamadas otolitos que son unos huesecillos o concreciones que flotan en un líquido linfático prendidos a las extremidades del nervio acústico.
Los otocistos están tapizados por grandes células ciliadas y llenas de un líquido llamado endolinfa.
- El nervio glosofaríngeo (IX) es mixto. La mayoría de sus fibras conducen a la sensibilidad de la orofaringe y la inervación motora del músuculo estilofaríngeo.
- El nervio vago (X) también es mixto ya que contiene numerosos elementos sensitivos que inervan las mucosas del sistema digestivo y un amplio elemento motor (parasimpático) para la inervación del corazón, los pulmones y el tubo digestivo.
- La raíz craneal del nervio accesorio (XIc) se distribuirá junto con el vago hacia los músculos de la laringe y la faringe.
- La raíz espinal del nervio accesorio (XIe) inervará los músculos esternocleidomastoideo y trapecio.
- El nervio hipogloso (XII) inervará los músculos de la lengua a excepción del palatogloso, que es inervado por el plexo faríngeo.
Hemisferios cerebrales |
Las secciones coronales del telencéfalo muestran una masa de sustancia gris en la base de cada hemisferio que constituye el precursor del cuerpo estriado. Al lado del tercer ventrículo, el diencéfalo da lugar al tálamo y el hipotálamo (fig 10).
Los hemisferios cerebrales en expansión entran en contacto con el diencéfalo y se fusionan con él (zona de fusión en la fig 1.10 A). Una de las primeras consecuencias es que a partir de ese momento, el término "tronco del encéfalo" quedará limitado a las restantes partes libres: mesencéfalo, puente y médula oblonga. Una segunda consecuencia es que la corteza cerebral es capaz de proyectar fibras directamente al tronco del encéfalo. Conjuntamente con las fibras que se proyectan desde el tálamo hasta la corteza, dividen el cuerpo estriado en los núcleos caudado y lentiforme (fig. 10B). |