De manera significativa se han desarrollado mejorías en el manejo y tratamiento
de las malformaciones arteriovenosas cerebrales durante los últimos años. Aunque
la cirugía permanece como la opción de tratamiento definitiva, tanto la terapia
endovascular como la radiocirugía se han agregado al arsenal disponible para el
tratamiento de estas lesiones. Estas modalidades pueden ser usadas de manera
individual o en conjunto dependiendo de cada caso en específico.