Hay aproximadamente 1500-2500 nuevos casos por año, con un alta incidencia en
países en desarrollo. Los síntomas incluyen los asociados al edema
producido por el absceso, aumento de la presión intracraneal, hemiparesia y
crisis convulsivas.
En los pacientes con sospecha de absceso cerebral, se debe tomar tejido en casi
todos los casos para confirmar el diagnóstico y para identificar los patógenos
(antes de iniciar antibióticos).